Tec. Educativa: Factor de desarrollo

¿Realidad o utopía?

El mundo actual se mueve a pasos agigantados: los avances en el  campo de la tecnología son cada vez más notorios y los esfuerzos en pro de la investigación científica y tecnológica se han convertido en estándares de medición para evaluar el nivel de atraso o desarrollo de una nación, del cual depende en gran parte, la búsqueda de soluciones a las diferentes necesidades que experimentan sus habitantes. 

 

OpenMind(2015). El impacto de la revolución tecnológica. - Reinventar la empresa. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=whAu69j7dVc

Elige Educar. (2017). 9 Tiras cómicas para reflexionar sobre el rol docente. Recuperado de: shorturl.at/cmnP1

¿Hemos entendido de qué se trata?

Así entonces, está claro que el desarrollo tecnológico es inevitable y mejor aún, necesario. Pero, ¿realmente hemos entendido de qué se trata?, ¿entendemos la esencia de la revolución tecnológica?, ¿comprendemos cómo ésta nos permite transformar el mundo?

 

Me arriesgaría a responder que no. Si bien es cierto, que la tecnología se ha convertido en aliada para las acciones que se adelantan en el mundo de hoy, no cabe duda de que realmente no hemos consguido hacer uso de todo su potencial. En el campo educativo, por ejemplo, diversas herramientas han sido puestas al alcance de nuestra mano pero, en ocasiones, su uso queda limitado a la realización virtual de las mismas actividades otrora presenciales o la reproducción audiovisual de contenidos que antes fuesen transmitidos de viva voz. 

 

En este sentido, debería entenderse que "los artefactos o las máquinas sólo son la parte física, visible, de la tecnología. Las computadoras son el producto del estudio sistemático de dispositivos físicos y la aplicación de una serie de innovaciones tecnológicas. En este sentido, las computadoras, entendidas como la interacción entre hardware y software, no se reducen al significado instrumental que frecuentemente se le atribuye al término "tecnología". (Liguori, M, 1995). No se trata entonces de hacer lo mismo de siempre, con las herramientas de ahora. 

Elige Educar. (2017). 9 Tiras cómicas para reflexionar sobre el rol docente. Recuperado de: shorturl.at/cmnP1

Ahora bien, entender el componente tecnológico como factor de desarrollo de los países, supone hacer una revisión de las políticas de los mismos, en pro del fortalecimiento del campo de la investigación, la ciencia y la tecnología. 

 

En Colombia, tal revisión permite notar que La Constitución de 1991 marcó el inicio del camino hacia la definición de unas políticas públicas para el desarrollo y fortalecimiento de la ciencia y la tecnología en el país; de esta forma, “en 1991 crean el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, toma forma asimismo la llamada Misión de los Sabios, se catapulta a Colciencias, y el gobierno de turno promete que Colombia tendrá políticas de ciencia y tecnología serias, responsables y de largo alcance” (Maldonado, 2018, párr.7). Sin embargo, con el paso de los años, dichas afirmaciones se convirtieron en palabras vanas y pasaron a la historia como simples promesas que, tras cada cuatrienio, seguían sin llevarse al terreno de lo real.  

 

La inversión en este campo, “Según cifras, el dato al día de hoy oscila entre el 0,2 % y el 0,5 % del PIB, y todavía está lejos de los países que más invierten en este sector, como Israel, Japón y Corea del Sur” (Semana, 2017). Esto demuestra que en Colombia aún no se ha tomado consciencia de la importancia que conlleva financiar el sector cuyo fortalecimiento redundaría en el crecimiento del país. La inversión en ciencia y tecnología debería considerarse como un activo a futuro y no como un gasto público; sin embargo, se continúa menospreciando este campo, ya que si bien ha aumentado el margen de inversión, el mismo continúa siendo insuficiente. 

 

De lo anterior se desprende que la revolución tecnológica no haya logrado permear totalmente el sustrato nacional puesto que no se ha realizado una inversión significativa que permita dar pasos en la dirección correcta. Así mismo, el contar con zonas de la geografía nacional que permanecen aun en abandono total y cuyas condiciones mínimas evidencian un nivel precario, pone en evidencia el hecho de que aun falta camino para alcanzar un desarrollo total. 

Entonces, ¿realidad o utopía?

Fuente: ONWAGUA. (2012). Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=OrLM7awX5Ls&t=112s

El desarrollo de los países determinado por la influencia de la tecnología educativa no es aun una realidad. Pero tampoco puedo ni deseo catalogarla como UTOPÍA. Hacerlo, significaría renunciar a la esperanza de continuar avanzando, sería seguir recorriendo un camino sin vislumbrar una meta. 

 

Tal desarrollo puede y debe convertirse en realidad, lograrlo depende de dos factores: Adquirir un compormiso real por parte de las naciones para facilitar la expansión del desarrollo tecnlógico y comprender que el mismo va más allá de la simple utilización de artefactos que hoy tenemos a la mano.

REFERENCIAS

Laura M. Liguori. (1995). Las nuevas tecnologías de la informacion y la comunicacion en el marco de los viejos problemas y desafíos educativos. Recuperado de: https://cursa.ihmc.us/rid=1304906911562_1271457301_25975/30LIGUORI-Laura-Las-nuevas-tecnologias.pdf

 

 

Maldonado, C. (2017). Desde abajo. Colombia, un país sin políticas de ciencia y tecnología. Obtenido de portal web: https://www.desdeabajo.info/ediciones/item/33668-colombia-un-pais-sin-politicas-de-ciencia-y-tecnologia.html

 

Revista Semana. (2017). Cómo está el país en ciencia y tecnología. Obtenido de portal web: http://especiales.semana.com/ciencia-y-tecnologia-colombia/

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